Son innumerables las mujeres en la industria tecnológica que pasan desapercibidas. ¿Sabes, por ejemplo, quién es Susan Kare?
Una diseñadora gráfica estadounidense, que trabajó en los años ochenta en el diseño de interfaz y de tipografías para Apple. Y luego siguió prestando servicios de consultoría para IBM, Microsoft, Sony Pictures, y actualmente, Pinterest.


Si se trata de mujeres que hoy están siendo revelación, Lucy Liu es la fundadora de Airwallex, una de las fintech enfocadas a simplificar los pagos internacionales que, con el trabajo remoto aumentan día a día.
Con más de 12 oficinas en todo el mundo, y cerca de ochocientos empleados, es muy probable que pocos sepan que esta empresa ha crecido tan rápido como lo hizo Apple o Google en sus inicios.
En otras palabras, desde hace décadas las mujeres son partícipes del desarrollo de productos y herramientas tecnológicas que optimizan los procesos y servicios.
Mujeres argentinas en la industria tech
¿Pero, qué hay de las mujeres argentinas en la tecnología? En enero de este año, una de las ganadoras del premio Women That Build, Sofía Gancedo, fue reconocida en la categoría de emprendedora tech.
Siendo cofundadora de Bricksave, la primera plataforma cien por ciento digital en Latinoamérica que permite a inversores financiar la compra de una propiedad de manera colectiva, generando ingresos a partir de la renta por alquileres y, de manera similar a como ocurre con la compra individual, reparte entre los inversores la plusvalía tan pronto como se venda la propiedad, esta mujer ha colectivizado la propiedad privada.
Valoración de las mujeres en la industria tecnológica:
El sector de Investigación y Tecnología constituye el 10% del PBI nacional, el 20% de las exportaciones, y está creciendo en promedio un 30% más que los otros sectores de la economía. Pero la brecha de género existe: solo un 30% de mujeres trabaja en este sector.
Si vemos lo que sucede en Estados Unidos, el escenario no es muy diferente al nuestro. Casi la mitad de la fuerza laboral está representada por las mujeres. Pero, del total, solo una cuarta parte lo hace para la industria tecnológica.
Una vez insertas en el sector, viene la tan discutida brecha salarial. Según resultado de un estudio de Paysa realizada este año en Estados Unidos, guardando la proporción de las diferencias de salario de San Francisco, Los Ángeles, Boston, o Nueva York, las mujeres ganan $172,585 dólares en promedio, 10% menos que los varones.
La diversidad en los equipos acelera la innovación:
Diversos estudios demuestran que la diversidad en términos de género, raza y edad es buena para los negocios pues, mientras más representativo sea un equipo de trabajo respecto a los diferentes grupos demográficos que existen, más soluciones específicas es posible hallar sobre los problemas. Sin embargo, no hay duda alguna de que las mujeres son minoría dentro de las tech..
Para ir más allá del sentido común y la percepción que se tenga al respecto, mujeresentecnología.org ha dispuesto una encuesta online para que “personas de todos los géneros que participan dentro de equipos o proyectos de tecnología, en todo tipo de empresas y organizaciones, públicas, privadas, o de manera freelance” puedan dar registro de las experiencias de trabajar en este sector, desde una perspectiva no solo de género, sino también de diversidad, a nivel Latinoamericano.
Es claro que estos datos, aportarán grandes soluciones para crear ambientes más inclusivos e innovadores. Son los primeros pasos que harán posible que en diez años más, no solo las mujeres sino también otros grupos subrepresentados, consigan mayor posicionamiento y valoración en el sector tecnológico.
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